“La banda de Campazzo”, testigos de un sueño NBA, inmortalizados en «Muni»
En diferentes latitudes se escucha el mismo sonido testigo de innumerables tardes de verano en las que desde las 12 del mediodía ya se podía ver y oír a un grupo de chicos correr por inmediaciones del Club Municipal en Alta Córdoba, con un balón en busca de divertirse y anhelar ser protagonista del básquet.
Esa era una «banda» de amigos en la que estaban algunos como «Lucho», «Koki», «Tomás», «Tato», Nicolás, Iván, «Manu” y Facundo Campazzo. Algunos más chicos que otros, muchos que con el tiempo tomaron otros rumbos, pero en su mayoría esa amistad sigue inquebrantable y hoy en Alta Córdoba, el “Muni” es motivo de orgullo al ver que uno de sus hijos pródigos cumplió con esos sueños de tantos que acompañaban las numerosas tardes de esos veranos cordobeses llenas de sueños y charlas en las siestas.
El Club Municipal de Córdoba nombró el pasado lunes al ‘Estadio Facundo Campazzo” como nueva denominación de la cancha de la institución donde se inició en el básquetbol el actual jugador de los Denver Nuggets de la NBA y de la Selección Argentina.
Los amigos de ese plantel de niños, hoy grandes, miraban con una sonrisa indeleble desde las tribunas al hoy base de la NBA que compartió la ceremonia en una videollamada, en una celebración de la que formó parte su madre, María Bélen Avendano, y parte del arco político local y provincial, junto a afamadas glorias del básquet cordobés y del país.
“Gracias, lo que siento es emoción y mucha alegría. Pero creo que se va a seguir llamando el Muni. No veo las horas de estar allá e ir a ver cómo quedó todo”, y los aplausos de sus amigos, aquellos que lo veían picar el balón con 30 grados al sol, cuando ellos estaban en la pileta entendieron muchas cosas, fueron las palabras del ex «Milrayitas».
“Es una alegría muy grande para nosotros, fue un acto en honor a Facundo y como sus amigos sentimos un orgullo grande de compartir esto junto a él. Nos emocionamos desde las tribunas viendo el espectáculo y también a sus familiares sentados junto a los dirigentes. Fue un gesto muy lindo”, indicó Iván Buendía en diálogo con Télam, uno de los grandes laderos de “Facu”.
El propio Buendía, aquel “10”, ladero del hoy símbolo de una generación del básquet argentino y que acompañó en el deporte hasta cadetes de primer año, cuando Campazzo partió a Unión Eléctrica y posteriomente a Peñarol de Mar del Plata, eran quienes junto a su hermano Manuel competían con el basquetbolista profesional por ver quién llegaba primero al aro de la cancha de “Muni” luego de la escuela y de dejar las mochilas y almorzar.
El valor de los amigos, de la infancia, coronado con tal homenaje a Campazzo, puso feliz a un grupo de chicos que conoce al basquetbolista, pero también a la persona que supieron escuchar en su última visita a Córdoba en 2019, donde este les confesó de sus intenciones de «ir por el sueño de la NBA» y donde el grupo le dijo que sí, que cumpla con sus deseos.
“Nos pusimos felices y contentos al enterarnos de la idea, por lo que ahí nomás nos juntarnos con los amigos de la infancia y del equipo que jugábamos de chicos para que ese día estuvieran presentes. Lo primero que se nos puso en la cabeza era que Facundo participe”, reconoció junto con la alegría de que en dicho acto de bautismo de la cancha de “Muni” se encontrarán glorias del básquet nacional y provincial como Marcelo Milanesio y Héctor “Pichi” Campana,
“El club te saca de la calle. Fue mi refugio. Así lo sentí. Pasé cosas muy lindas ahí. Y lo que me llevo son los valores que me dieron, que me hacen la persona que soy”, fueron parte de las palabras de Campazzo, algo que Buendía refrenda en reconfirmar el tipo de valores que tiene el profesional de este deporte, que también vistió la camiseta del UCAM Murcia de la ACB.
“Nos da alegría por el sacrificio que hizo y nosotros vivimos sus logros y otros momentos como si estuviéramos en su carne, aunque para nosotros sigue siendo Facundo, el amigo y no la estrella que hoy todos conocen, y es por ello que disfrutamos más todavía”, aseveró.
Por su parte, Carlos Manuel Buendía, uno de los bases de Boca Juniors en la Liga Nacional de básquet y producto de la cantera de Municipal, también reconoció el pasado de Campazzo y el presente, y admitió que durante su última estadía en Córdoba entrenaron juntos y valoró la humildad y sus consejos para mejorar en su carrera profesional.
«Significa mucho lo que hicieron, por la infancia de él y la de todos los que pasamos por el club. Que te reconozcan así debe ser inexplicable porque te llena de orgullo y es por donde uno se pone feliz por él. Uno siempre estuvo cerca de él y sabe lo que pasó para estar donde se encuentra y el éxito que está teniendo”, indicó a Télam “Manu”, el hermano de Iván, cuatro años más chico.
«Nos da alegría por el sacrificio que hizo y nosotros vivimos sus logros y otros momentos como si estuviéramos en su carne, aunque para nosotros sigue siendo Facundo, el amigo y no la estrella que hoy todos conocen, y es por ello que disfrutamos más todavía»
IVÁN BUENDÍA, AMIGO DE CAMPAZZO
El ex base de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia ratificó la satisfacción que siente por el momento de Campazzo, y lo orgulloso de que lleva la bandera de “Muni” a lo más alto del mundo, mientras incrédulo ve cómo los colores del club y la camiseta son viralizados por las redes sociales de la NBA.
“Cuando ves el color de la camiseta de Muni, no es sentirlo sólo por el basquetbolista, sino es el origen, la familia, tu hermano”, se emociona “Manu” al otro lado del teléfono y se entrecortan sus palabras, pero a la vez sonríe mientras por su cabeza pasa una película.
“Que la NBA retuitee la foto vieja de él donde está mi hermano, el “Negro” Torozzi, es como que no lo podemos creer todavía. La de “Muni” es una familia sanguínea, la que él considera como una casa, como la segunda nuestra donde íbamos todo el día y nos genera muchos sentimientos encontrados”, cerró.
Hoy esas paredes y alrededores ya fueron inmortalizadas con el nombre de Facundo Campazzo, pero día y noche se escucha en el imaginario a un grupo de niños que hace picar el balón, juega a quien llega primero a tirar al aro y a acompañar las noches de asados y juegos en otros deportes, con Facundo y “la banda de Campazzo” que al día de hoy, y desde siempre, lo sigue a todos lados.