
Los temas importantes del CFP no están en el Acta
.En la reunión del Consejo se trataron dos asuntos que fueron los de mayor relevancia pero no aparecen en la minuta. Aquí ampliamos la escasa información dada sobre el caso Alpesca y sobre la reformulación del Arrufo. Sí figuraron los cambios en el régimen de extinción para la merluza de cola.
El Acta 2 del Consejo no refleja los principales temas abordados en la última reunión del organismo. El más importante giró en torno a la medida cautelar que le otorga a la Provincia de Chubut el manejo de los cupos de Alpesca. Lo único que trascendió en el acta fue que el CFP desistió de apelar la medida y que Buenos Aires se opuso, pero nada dice el documento acerca de que el subsecretario de Pesca Tomás Gerpe y el director Juan Bosch ya habían interpuesto la medida por su cuenta días atrás en los tribunales de Chubut y que luego se vieron obligados a recular, tras haber mantenido una reunión con el ministro Buryayle, el jefe de Gabinete de Chubut Alberto Gilardino y Ricardo Patterson, asesor del Ministro. El otro punto de relevancia fue la reformulación de permiso del barco Arrrufo, de la firma Solimeno, que busca forzar la legislación para que se le permita operar como fresquero y congelador, una manida apuesta de la empresa que apela a los favores que en 1988 recibió de Felipe Solá, a la insólita aprobación de cambio de operatoria que se aprobara al barco Bouciña y al permiso original irrestricto del que todas se toman últimamente para hacerse de un permiso definitivo de langostino.
El primer papelón del año de Gerpe y Bosch
En el Acta 1 de 2017 el CFP tomó vista de la medida cautelar que otorgó el manejo de la empresa Alpesca a la Provincia de Chubut. El Ejecutivo Nacional representado en Pesca por el subsecretario Tomás Gerpe y el director Juan Manuel Bosch, no estuvieron de acuerdo con la decisión del juez provincial y decidieron apelar en subsidio la medida para evitar que la Provincia administre las cuotas y permisos de la empresa.
El jefe de Gabinete de la provincia, Alberto Gilardino, exsecretario de Pesca hasta hace unos meses, acordó una reunión con Gerpe y Bosch para discutir el tema; pero antes de que pudiera llegar al aeropuerto de Buenos Aires la apelación de 17 páginas firmada por ambos funcionarios y el asesor letrado del Consejo, Alejo Toranzo, llegó a los tribunales de Trelew.
La reunión que estaba prevista se terminó celebrando en el despacho del ministro de Agroindustria Ricardo Buryaile, que objetó las acciones de sus funcionarios y decidió acompañar a la Provincia de Chubut para que atienda por medio de la utilización de los bienes de Alpesca la problemática social del sector y además buscó evitar otro enfrentamiento político innecesario para el Gobierno.
Al día siguiente en la reunión del Consejo, la secretaria Karina Solá Torino no pudo dar lectura al orden del día porque el representante de Chubut, Lino Villagra, solicitó animadamente someter a debate del CFP, organismo competente en la materia, si debía o no apelarse la medida cautelar dictada por el juez en el caso Alpesca.
Los consejeros, según consta en el Acta 2, decidieron “no solicitar una aclaratoria y la apelación en subsidio” y solo el representante de la Provincia de Buenos Aires, Francisco Di Leva, pidió dejar sentado “que, a su entender, hubiere sido conveniente proceder a ello”. Lo curioso es que Tomás Gerpe y Juan Bosch, a pesar de estar presentes y haber interpuesto por cuenta propia esa misma medida un día antes, no solo desistieron de hacer algún comentario sino que votaron a favor de que no se solicite la apelación.
El tema está cerrado para el CFP, que solo tomará intervención en las cuotas y permiso de la empresa en materia administrativa como lo hace con cualquier otro armador. Pero en la justicia el tema sigue su curso y deberá expedirse el juez sobre el requerimiento del Subsecretario y del Director de Pesca de la Nación, a pesar de haber incurrido en contradicción con su pedido en la votación que quedó registrada en el Acta 2. Este hecho posterior quizás sirva para desestimar la apelación y evitar pérdidas de tiempo al poder judicial.
Solimeno va por todo con el Arrufo
La firma Solimeno fue una de las grandes beneficiadas por Felipe Solá durante la década menemista en ocasión de los acuerdos con la entonces Comunidad Económica Europea al permitírsele realizar triangulaciones ilegales de permisos de pesca para multiplicar su flota.
Varios buques de la firma son señalados como ilegales en el informe de la UBA pero no es el caso del Arrufo: este barco ingresó legalmente y recibió otro tipo de favores. Fue incorporado como congelador bajo los parámetros de la Resolución 1113 que ordenó en 1988 la pesquería de langostino, pero se le permitió seguir operando como merlucero fresquero, un beneficio del que careció el resto de la flota tangonera. Luego, en 2009, ante la cuotificación se lo inscribió en el Registro como fresquero y obtuvo una cuota de merluza.
Como antes de la sanción de la Ley el Arrufo estaba reconocido como congelador, los propietarios consideran a su barco multipropósito habilitado para operar como fresquero o congelador; y ahora reclaman se apruebe este cambio de operatoria sin realizar una reformulación de permiso que lo habilite a la pesca de langostino y que se le permita transferir la totalidad de la CITC de merluza sin ningún condicionamiento. La chancha, los veinte chanchitos y la máquina de hacer chorizos.
La Dirección de Pesca informó en el Acta 20/16 que el barco está inscripto en el Registro como fresquero y que como tal, para poder operar en la pesquería de langostino como congelador, debe solicitar una reformulación como se hizo en el caso del Bouciña. Recordemos que en ese caso se aprobó el cambio de operatoria de fresquero a congelador y se le permitió ingresar a la pesquería de langostino apelando al carácter irrestricto de su permiso original. Desde la Dirección aclararon a Solimeno que además la transferencia de la CITC estará sujeta a la aceptación de las condiciones de reformulación que el Consejo apruebe.
Alberto Procelli, gerente de Solimeno, expuso ante los Consejeros que, el haber ingresado como congelador y el hecho de que se les permitiera mantener esa condición al ser incluidos en la Resolución 1113 a pesar de seguir operando siempre como fresquero, los habilita como barco multipropósito aunque el Registro de la Pesca diga que el barco es fresquero. Además, al tener un permiso original irrestricto, prácticamente ni se detuvo en discutir su habilitación para capturar langostino, algo por otra parte que hace desde 2014. Finalmente hizo saber que está en todo su derecho de transferir la totalidad de su cuota de merluza sin limitaciones.
Por más que el Subsecretario se empeñe en difundir en los medios que la aprobación de cambio de operatoria y el hecho de tomar el permiso irrestricto como habilitante para la captura de langostino no tuvieron consecuencias, queda claro que de a uno iremos conociendo los nuevos interesados en ingresar por la ventana que esta administración dejó abierta para aumentar el esfuerzo pesquero.
Cambios para la merluza de cola
Además de aprobar la justificación de inactividad del buque Stefany y la transferencia de la cuota entre barcos de Grinfin, el Consejo decidió modificar el régimen de extinción de cuota de merluza de cola para el año 2016 y lo dejó establecido en la Resolución 1/2017.
Ante el ajuste de la Captura Máxima Permisible (CMP) que se llevó a cabo para el período anual 2017 y con el objeto de adecuar el régimen de explotación que se estableció con valores de CMP superiores a las posibilidades de captura de la flota en años anteriores, los consejeros estimaron conveniente modificarlo de manera transitoria para el año 2016.
En la Resolución 1 se estableció entonces “una disposición transitoria, dentro del Régimen específico de CITC de merluza de cola, mediante la cual se sustituye, para el período anual 2016, el porcentaje fijado en el régimen de extinción de la especie (90%) por el 55%”.