19 - diciembre - 2016

La Administración Portuaria contrataría al familiar de un funcionario para una obra

En el marco de las últimas denuncias que pesan sobre la Administración Portuaria Puerto Madryn (APPM), días atrás se conoció un proyecto que fuera enviado a la dirección del organismo, que prevé la construcción de una batea para almacenar residuos peligrosos.


La documentación fue presentada el pasado 2 de diciembre y se encuentra sujeta a la aprobación de las autoridades del Puerto, a la vez que trascendió un dato de por sí llamativo, que es que el proyectista de la obra es un familiar de un funcionario provincial, precisamente de un ministro; también, que la supervisión de las tareas a desarrollar, en caso de que el Interventor, Osvaldo Sala, de el “visto bueno” al proyecto, estará a cargo nada menos que de otro familiar de la persona encargada del mismo, que encabeza el área de Ecología, Ambiente y Espacios Verdes.
Recientemente, una serie de denuncias y presentaciones ante el Inadi, la delegación local de la Secretaría de Trabajo y la Oficina Anticorrupción, desataron la polémica respecto de la inacción, por parte de las autoridades de la APPM, respecto de un informe en el que se daba cuenta de varias irregularidades relacionadas a la contratación de servicios y el pago de los mismos.
Paralelamente, una empleada y delegada de la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos – Administración General de Puertos y Puertos Argentinos (APDFA) denunció maltrato laboral y persecuciones, luego de que su informe en cuestión fuera “desoído” por la propia máxima autoridad de la Administración Portuaria, a la vez que precisó que le fueron quitadas áreas que tenía bajo su órbita, que comprendía los sectores de Seguridad, Medio Ambiente y Protección, este último dependiente, ahora, de la Dirección de Infraestructura de la APPM.

La idea ya había sido propuesta hace años

El proyecto relacionado con la construcción de un área para el manejo y la disposición de materiales “peligrosos”, ya había sido presentado en conjunto por varios empleados jerárquicos de la Administración Portuaria, entre ellos el hoy Director Operativo, Martín Liendo, antes de que asumiera el anterior director de la APPM, Julio Aristarain; “todo el mundo nos dijo que no”, dejó entrever una de las personas que había participado en la presentación de la propuesta en aquél entonces, ligada a la Ordenanza 5 de 2014 de la Prefectura Naval Argentina, que apunta a “generar un marco normativo que permita aprobar construcciones flotantes que, al no emplearse para navegar, se hallan sujetas a condiciones climáticas y/o de servicio más predecibles y moderadas por lo que no resulta necesario adoptar en todos los casos las mismas medidas que se aplican a los buques”, la cual agrega que “no se permitirá la descarga al agua de hidrocarburos, sustancias nocivas líquidas, basuras, aguas sucias u otras sustancias perjudiciales o potencialmente peligrosas tal como se definen en la normativa vigente. No obstante, podrá realizarse la descarga de aguas sucias que hayan sido tratadas con un equipo aprobado u homologado por la Prefectura”.

Cómo será la obra

El actual proyecto, sujeto a la revisión y posterior aprobación de la Dirección de la
APPM, prevé “la materialización de la estructura de la batea”, cuyos requerimientos “se corresponden con la reglamentación vigente” y enuncia una serie de “obras complementarias, también en correspondencia con la reglamentación vigente”, además de la construcción de la batea en cuestión para el manejo de materiales peligrosos.
En primer lugar, establece que “el Contratista deberá proveer la totalidad de los materiales y equipos necesarios para ejecutar y completar las tareas de demolición necesarias para la materialización de la batea” y que “el escombro producto de la demolición quedará bajo responsabilidad del Contratista, quien lo deberá disponer donde el Comitente le indique. En caso de producirse acopios temporales, deberá consensuarse con el Comitente de modo de no interferir con la operatividad de las instalaciones”.
Por otro lado, detalla que “la cota de implantación de la batea hace necesario la realización de una excavación a cielo abierto” y que, “previo al inicio de dicha tarea, deberán replantearse las cañerías y/o posibles estructuras enterradas presentes en la zona de excavación; en la misma se cuenta con un cable de alimentación a la torre de iluminación, el cual deberá ser removido evitando que se produzcan daños en el mismo y reubicado a través de los cañeros existentes, llegando al tablero de alimentación de la torre de iluminación”.
A su vez, “las obras se construirán con las excavaciones en seco, salvo aprobación expresa de la Dirección de Obras, debiendo el Contratista adoptar todas las precauciones y ejecutar todos los trabajos concurrentes a ese fin, por su exclusiva cuenta y riesgo”, reza el proyecto.

Qué metodología emplearán

Respecto de la metodología a través de la cual se realizará la obra, tras “efectuarse las tareas de replanteo deberá procederse a la demolición de parte de la playa de contenedores para poder materializar la excavación de la batea con un talud coincidente con el ángulo de fricción del suelo. La excavación se realizará con equipos hasta la cota de instalación de la membrana impermeable. Cabe aclarar en este punto que deberá prestarse especial atención a las cotas de fondo en especial a las del canal de desagüe de la batea”, indica el documento, agregando que “una vez alcanzada la cota de fondo y perfilada la excavación se procederá a instalar la membrana impermeable de PVC. Se deberán seguir las recomendaciones del fabricante de la membrana a emplear en cuanto a solapes y forma de unión. La longitud de las fajas de membrana deberá tener en cuenta el armado de los tabiques laterales y su posterior anclaje en la vereda perimetral” y que, “concluida la instalación de la membrana impermeable se realizará la colocación de la capa de hormigón de limpieza. Posterior al fragüe del hormigón de limpieza se dispondrán las tuberías perforadas”.
El hormigonado del canal de desagüe “deberá realizarse sin dejar una junta en la unión con la losa de fondo. Es decir, se debe hormigonar hasta una cota inferior al fondo de la losa de fondo de modo de eliminar esta vía preferencia de migración de líquidos. Concluida esta tarea deberá disponerse el geodren en la zona del canal”, añade, entre otras cuestiones.

Contrataciones, datos y objeciones

Resulta llamativo el contexto en el que se desarrollará el proyecto en cuestión, principalmente teniendo en cuenta que la persona que se constituye como el proyectista del mismo, resulta ser un pariente cercano de un funcionario de alto rango a nivel provincial, a la vez que el desarrollo de las tareas a realizar en el Puerto Almirante Storni serán supervisadas nada menos que por otra familiar de ambos, a cargo de una de las áreas más sensibles de la APPM, tras la última modificación en la estructura organizacional de la misma y el nombramiento de nuevas autoridades, tal cual lo publicó la propia Administración de manera oficial (http://www.appm.com.ar/node/186).
De este modo, continúan los cuestionamientos, mientras permanecen “en carpeta” las denuncias y exposiciones realizadas en los últimos meses frente a distintos organismos, por cuestiones relativas al presunto “mal desempeño” de las autoridades de la APPM, la cual habría derivado en la contratación de empleados “a discreción”, así como también la contratación de bienes y servicios para suplir necesidades que ya se encontraban contempladas de manera contractual; por ejemplo, la reciente adquisición de un equipo desfibrilador, con el cual el Servicio de Emergencias Privado (SEP) debería contar según el contrato rubricado con la APPM, sin la necesidad de comprar nuevo equipamiento, a la vez que la capacitación que brindarán a empleados del Puerto respecto de su uso, bien podría ser llevada a cabo por personal que se encuentra capacitado y formado dentro de la misma Administración, pero de todos modos se contratará a un servicio externo.

Fuente: El diario de Madryn.