25 - octubre - 2016

Donnini recreó su versión sobre el presunto secuestro de Diana Rojas

Ayer tuvo lugar la reconstrucción del viaje que el taxista Dante Donnini, detenido y sindicado como presunto autor del crimen de Diana Verónica Rojas, dijo haber realizado el día 17 de mayo, cuando presuntamente fue abordado por tres desconocidos, en tres vehículos distintos, y posteriormente amenazado para que no dijera lo que había visto. Es la versión que aportó varios meses después del hecho.

El operativo, que contó con la presencia de unos cuarenta efectivos, comenzó alrededor de las 10 de la mañana, luego de que el imputado fuera trasladado a la ciudad de Puerto Madryn, desde el Instituto Penitenciario Provincial, ubicado sobre la Ruta Nacional 3, donde se encuentra alojado.
Desde allí, tuvo lugar una jornada de poco más de dos horas, donde el acusado, en compañía de sus abogados, Carlos del Mármol y Gustavo Castro, volvió sobre sus dichos para detallar aquellos detalles que había arrojado durante su última declaración ante el juez Marcelo Orlando, quien también estuvo presente durante el recorrido.
Por su parte, momentos antes de que el taxista descendiera del móvil policial para comenzar a recrear sus pasos respecto de aquél 17 de mayo, uno de sus abogados defensores, Gustavo Castro, contó que el objetivo del recorrido era “tratar de hacer visible la declaración que oportunamente dio ante el Juez, y observar ‘in situ’ los lugares donde esa mañana condujo a Diana Rojas” y se refirió a las amenazas a la esposa de Donnini, por las que fueron secuestrados celulares en el pabellón de la cárcel provincial donde se aloja el imputado.
“Tomamos conocimiento de esa circunstancia y, seguramente, la Fiscalía determinará si algunas de las amenazas salieron de los celulares secuestrados o no; simplemente, hay que esperar que la investigación siga adelante y las pericias que se iniciarán”.

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Sobre las versiones que circularon, que apuntaban a que presuntamente, quienes comparten celda con Donnini serían los responsables de los temerarios mensajes recibidos por Miriam Donnini, el abogado de la Defensa remarcó que “son versiones hipotéticas, debe continuar la investigación y luego analizaremos esas circunstancias”.

El departamento de Diana

Alrededor de las 10:15 horas, el edificio de departamentos ubicado en Libertad 368, recibió la visita de una decena de patrulleros, móviles de prensa, particulares y de la Fiscalía de Puerto Madryn.
Concurrieron el único imputado por el homicidio de la estudiante entrerriana, custodiado por una decena de efectivos, así como también sus abogados patrocinantes y, por el otro lado, uno de los fiscales de la causa, Jorge Bugueño, y el abogado de la querella por parte de la familia Rojas, que permanece en la localidad de Nogoyá, Entre Ríos, de donde la víctima era oriunda.

Una vez en el lugar, Donnini indicó una serie de detalles respecto del momento en que la estudiante subió a su auto.
El amplio despliegue policial impidió que los medios pudieran apreciar de cerca las declaraciones del taxista, cuya seguridad personal fue resguardada durante toda la jornada por personal de Infantería de la Policía del Chubut.
Seguidamente, el dispositivo se trasladaría por la calle Jenkins de la zona sur de la ciudad hasta la avenida Julio A. Roca, continuando el recorrido por Vesta (luego Lavalle), Mitre y Villarino, hasta arribar a un domicilio de la calle Chubut al 1200, donde tendría lugar la segunda “parada”.
Se trata del domicilio en donde Diana Rojas habría ido a encontrarse con alguien, en las inmediaciones de un taller mecánico, pero que, luego de que no encontrase a la persona que buscaba allí, aparentemente pidió al chofer que continuara el recorrido hasta el destino final del viaje, que era un local comercial donde debía recibir una encomienda de dinero.
Sin embargo, según la versión de Donnini, su vehículo, el Chevrolet Corsa “Móvil 127” sería interceptado por unos tres vehículos (una camioneta furgón, un utilitario y un Ford Ka gris con vidrios polarizados, de acuerdo a su versión) en la tercera “parada”, a unos 150 metros de la anterior y a instancias del enorme portón color celeste que linda con el Club Social y Atlético Guillermo Brown, sobre uno de los pasajes anteriores al predio.

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Solanas y el “trasbordo”

En ese lugar, el imputado por el crimen de la estudiante volvió a describir cómo ocurrió el forcejeo y cómo, aparentemente, pudo divisar diversos detalles en uno de los sujetos, por ejemplo un reloj de carácter oneroso y características de la contextura física, como que tenía “manos grandes” y que era “muy narigón”, entre otras precisiones.
Momentos más tarde, la caravana de vehículos se trasladaría por la Ruta Provincial 1 hasta el ingreso al barrio Solanas de la Patagonia, en las afueras del casco céntrico de la ciudad.
Allí, los móviles permanecieron durante unos veinte minutos, en los que al descender del vehículo policial, Donnini mencionó cómo fue obligado a conducir hasta allí, donde habría tenido lugar el “trasbordo” de lo que, según su versión, fue literalmente un secuestro de su pasajera.
Además, no pudo precisar cuánto tiempo estuvo en esa zona, que sería donde habría visto por última vez a Diana Rojas, para luego regresar a la estación de servicio, donde según su relato compró una gaseosa y permaneció unos minutos.
Antes de dirigirse a la estación de servicio, el recorrido se detuvo en la intersección entre la Ruta 1 y la avenida Hansen, a instancias del ex predio de la Armada, donde Dante Donnini dijo haber sido amenazado por uno de los hombres con los que viajaba.

Fin del recorrido

De regreso al casto céntrico de la ciudad, el dispositivo de seguridad se trasladó a la estación de servicio YPF ubicada en la intersección entre las avenidas Juan B. Justo y Gales, donde según su versión de los hechos, el taxista había parado a comprar una gaseosa.
El despliegue policial mereció el escarmiento del propietario del comercio, quien criticó que no hubiera sido notificado de que el ingreso de autos a la estación quedaría bloqueado durante al menos veinte minutos.
Posteriormente, se trasladaron hacia la zona de las “630 Viviendas”, en cuya parada de taxi el imputado fue agredido por desconocidos, que le gritaron “asesino” mientras se encontraba junto al juez Orlando, precisando su versión de los acontecimientos.
Se trata del lugar del cual la esposa del acusado pidió la grabación de las cámaras de seguridad, aduciendo que la presencia de Donnini en el registro de video lo dejaría fuera de la escena del crimen.
El recorrido finalizó momentos después, en la zona del Parque Industrial Liviano, a instancias del barrio Pujol, donde el chofer imputado aclaró que “quiero dejar en claro que hay detalles que no recuerdo”.

Distintas valoraciones del recorrido

Por su parte, el fiscal Jorge Bugueño restó relevancia a los detalles recabados durante el recorrido y sostuvo que el mismo, “para la hipótesis del Ministerio Público Fiscal, es irrelevante”, dado que “nuestra hipótesis está basada en pruebas”.
En otro orden, uno de los abogados patrocinantes de Dante Donnini, Carlos del Mármol, se refirió al amplio despliegue de vehículos y efectivos policiales y opinó que ello respondió a “garantizar la seguridad, tanto del imputado como de los participantes, entre ellos los abogados de la defensa, la querella y la Fiscalía, y siempre es necesario resguardar la identidad física de todos”.
A su vez, precisó que se trató del recorrido “que fue extraído del celular de la víctima, obviamente con los detalles y las distintas circunstancias que se sucedieron en cada una de las paradas que hubo, y las ocasiones que se suscitaron en el transcurso del recorrido” y que “en la tercera (parada), ya enfrente del Club Brown, es donde se sube esta persona, que entendemos que pudo haber sido aquella que le da muerte a Diana Rojas, luego de que haya bajado del taxi; luego, también (Donnini) explicó cuál es el recorrido que se hizo, qué situaciones vivieron, las cuales fueron tensas, de golpes, empujones con esta persona, tanto con la víctima como con el conductor, y luego hasta llegar al lugar donde deja a estas dos personas para regresar a la ciudad de Puerto Madryn (por el casco céntrico) y, posteriormente, los recorridos que hizo con pasajeros distintos a la víctima”.

4La Defensa aportaría nuevas pruebas la semana próxima

Por otra parte, el abogado opinó que el recorrido “era fundamental para explicar qué había sucedido realmente, y no solamente los hechos como los planteó la Fiscalía y la Querella” y, consultado sobre si surgieron nuevos datos, a propósito de aquellos brindados por Donnini durante su última declaración en la Sala Uno de los Tribunales de Puerto Madryn, Del Mármol sostuvo que el imputado solamente “explicó, en cada uno de los lugares y para que se entienda, lo que sucedió y por qué están los distintos puntos del GPS indicados; sí van a surgir, seguramente, la próximas semana, datos de interés para la causa, o por lo menos así lo aportará esta defensa”.
En cuanto a la requisa realizada en el Instituto Penitenciario, donde habría incautado los celulares desde donde fueron enviadas las amenazas a la esposa de Dante Donnini y a su abogado, Gustavo Castro, Del Mármol sostuvo que “no queremos aventurar ningún tipo de resultado sobre esta investigación” y concluyó que “sabiendo que no fue Donnini (el autor del hecho que se le endilga), creemos que hay personas que están involucradas y que tienen un cierto poder”.

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Recalculando: la síntesis del relato del taxista

Según su versión de los hechos, Donnini dijo que “levantó” a Diana Rojas en calle Libertad al 800 y la trasladó por diversos lugares. Cerca de la cancha del Club Guillermo Brown, relató que lo interceptó un auto, pero que también había dos camionetas. Además, dijo que vio un arma, y que con la culata le pegaron en la cabeza. Allí, de acuerdo a sus dichos, es donde amenazaron a Diana por primera vez. Luego se dirigieron al barrio Solanas de la Patagonia, donde a Diana la sacan del auto en la rotonda de ingreso al Barrio, sobre la Ruta Provincial 1.
El taxista se fue con uno de los agresores, que en Juan B. Justo y Hansen se subió a su camioneta, previo a amenazarlo, y desde allí, Donnini se dirigió a la estación de servicio de Juan B. Justo y Gales donde tomó una gaseosa “Pepsi”, para luego conducir a la garita de una parada de taxi en el barrio 630 viviendas y hacer un viaje al Parque Industrial Liviano. El recorrido finalizó pasado el mediodía del 17 de mayo. Donnini nunca denunció el hecho porque dijo que se sentía “amenazado”.

EPIG

El edificio de Libertad 368 donde residía Diana Rojas fue el punto de partida del recorrido, que duró más de dos horas y a partir del cual el imputado, Dante Donnini, indicó detalles de su última declaración.

En la estación YPF de Juan B. Justo y Gales, Donnini se habría bajado “a tomar una Pepsi”, después del presunto secuestro, para luego continuar trabajando normalmente.

Solana de la Patagonia, el lugar donde, aparentemente, Dante Donnini vio por última vez a Diana Verónica Rojas.

En las inmediaciones de una de las entradas laterales del Club Brown, según la versión del taxista, él y la pasajera habrían sido abordados por tres sujetos con los cuales forcejearon.

“Acá me amenazaron”, sostuvo el chofer acusado por el crimen de la estudiante de 25 años, que cursaba la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de la Patagonia

Fuente: Diario Jornada.