
De y por la mano de Moldú
Guillermo Brown venció a Huracán 79-70 en el cierre de la 10ma. fecha, tras remontar una desventaja de 20 puntos en el último parcial con una soberbia actuación de Pablo Moldú, que convirtió 35 puntos.
El triunfo puso a Brown en zona de clasificación.
Una descollante actuación de Pablo Moldú en el cuarto final le dio a Brown la victoria ante Huracán, después de arrancar ese último parcial abajo por 21 puntos (45-66). En esos 10’ Moldú convirtió 24 de los 34 puntos que hizo el equipo para torcer la historia de un juego que parecía liquidado cuando se fueron al descanso en el tercer cuarto, con un “Globito” que había hecho una luz de puntos, al parecer irremontable, salvo para la enorme faena de Moldú.
Pero el juego tuvo otros matices y también polémicas por algunos fallos arbitrales, que no incidieron en el resultado ni el desarrollo. En esos vaivenes del partido, la visita dominó de entrada con un certero Paura (25 puntos en total) y Huracán comenzó a sacar ventajas para irse arriba 29-14 en el primer tramo. Brown intentó reponer sus líneas y aunque lo logró, no pudo limar esa diferencia que los dirigidos por “Fly” Álvarez habían establecido. El local ganó el segundo parcial 17-15 y el “Globo” se fue al descanso largo 44-31.
En el tercero, Huracán volvió a ser el equipo convincente del primer cuarto y otra vez liquidó el capítulo con un claro 22-14. Así se fue a esperar el último parcial, ganando 66-45 y más allá de la ventaja de 21 puntos dejaba una sensación de “historia terminada”. Pero Brown tuvo una reacción que pocos auguraban, porque la realidad indicaba que durante 30’ había sido claramente dominado por su rival y que, a la luz de lo expuesto, no tenía con qué revertir el marcador y ni siquiera nivelarlo. Pero en ese último tramo Moldú apareció en toda su dimensión pareciéndose a aquel jugador que brilló en Liga y tuvo un cierre letal. Anotó 24 de los 34 puntos de su equipo, se hizo cargo de trasladar el balón y de ordenar al equipo, jugando y haciendo jugar, por lo que Brown, que venía de estar de rodillas ante un rival superior en tres cuartos del juego, se levantó, se sacudió la tierra y se metió de lleno a jugar el partido. Primero para dejar una mejor imagen que la que había mostrado hasta ahí, y cuando vio que podía, aceleró para dormir a un rival que nunca reaccionó, que se olvidó que enfrente tenía a un equipo dominado y punto a punto el local fue acercándose hasta que pasó al frente y no hubo forma de recuperar la línea. Brown lo superó anímicamente y en un solo parcial se recompuso de los otros parciales olvidables, en los que no había jugado bien y fue superado, pero los partidos, aún con la ventaja que Huracán sacó, se terminan con la chicharra y Brown pudo, supo cómo e hizo el esfuerzo para irse de su gimnasio vendiendo cara su derrota y terminó festejando una victoria por una actuación excepcional de Moldú, la gran figura del partido.
Fuente: Diario Jornada.